DISCURSO DE GUILLERMO LORENZO EL DIA DE SAN BLAS

COLLANZO

Cuando el jueves 17 de enero me llaman por teléfono desde Collanzo, y me comunican que la Asociación de Vecinos “San Blas”, de esta localidad, ha decidido nombrarme “Allerano Ejemplar”, me quedé casi sin poderle transmitir a mi interlocutor, Valiente, mi agradecimiento. Pensé en aquel momento que sentirse querido por tu propio concejo, es lo mejor que le puede pasar a cualquier persona. Muchas gracias de nuevo, ahora a todos. También a Titi, que sé que fue uno de los sugerentes. Titi hace bueno el dicho de que un amigo llega a tiempo; los demás, cuando tienen tiempo.

Dicen que por todos mis trabajos sobre la historia de Aller. Yo me encuentro satisfecho de poder recopilar y contar, por ello, con datos de nuestra historia, y mi satisfacción aumenta cuando veo que, sobre un tema determinado, hay material y notas suficientes para darlos a conocer a mis paisanos en forma de libro.

Esos datos sobre nuestra historia, no aburren.

A mí me metieron el gusanillo de la historia, dos personas: un primo-hermano de mi padre, Jesús Barettini Fernández, quien en vida me ha llevado de la mano por los caminos de Aller, y me aconsejó, hasta que un día me dijo:

“Sigue tú; yo me quedo aquí. Recuerda que si escribes, vas a tener errores, pero la persona que no comete jamás una tontería o no tiene un error, tampoco tendrá jamás la ocasión de hacer nada interesante”.

Otra persona que me metió en la historia de Aller, fue el abogado de Cabañaquinta, Manolo Hidalgo, fuente en la que yo he bebido en abundancia.

“Recuerda  -me decía en cierta ocasión-  que escribir sobre historia es un vicio, entre otras razones, porque cuando empiezas a comprenderla, pretendes también llegar a dominarla, y eso…

La historia ha de relatarse conforme al criterio de honrada veracidad desnuda. Busca fruto hasta de tus fracasos, porque hay quien atraviesa el bosque y sólo ve en él leña para el fuego”.

Y así lo hago, porque es de ley. Soy un aficionado que, además, está enamorado de su concejo. Quizás mi gran suerte ha sido el haber nacido aquí. Tampoco nunca tuve necesidad de barrer para mi concejo, porque no fue necesario hacerlo. Parece mentira que siendo todo Aller un lugar tan bello (porque hay que ser Dios para hacer una cosa tan hermosa como el valle de Aller), tenga sus detractores. Quizás sea porque ha de haber de todo. Allá ellos.

Me siento muy orgulloso de haber llegado a conseguir este premio por el que contraigo con vosotros una deuda enorme; deuda que, si tengo salud, os iré pagando poco a poco. Estimo este honor que me hacéis, en lo que puedo, aunque bien sé que esa estima nunca llegará a ser lo que debiera.

Creo que es de justicia, ahora, y aprovechando esta ocasión, que dediquemos un recuerdo, que reservemos un rincón en nuestra mente y otro en nuestro corazón, para todos aquellos, parientes, amigos,… que no pueden estar hoy aquí con nosotros, y que nos gustaría que estuviesen. Son tantos los que nos han dejado…

Un buen amigo fue Balte. Estoy seguro de que el Cielo mejoró cuando llegó él allá; como mejoran los pueblos donde reside gente de esta categoría.

Para ya terminar, quiero agradeceros de nuevo este nombramiento, para mí, esencial. Gracias por estos ánimos y este galardón. Gracias por vuestro cariño; cariño que, quizás porque no me lo merezca, sí resulta para mí la ocasión en que más lo necesito.

Guillermo Fdez.-Barettino Lorenzo

Collanzo, 3 de febrero de 2013. Festejando a San Blas.

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