SAN JUAN DE RIOMIERA DE SANTIBÁÑEZ

Autor: Luis Ordóñez Fdez.

Erigida en La Corrada, poblado más antiguo próximo a la Fuente, y por catástrofe no bien documentada se trasladó a este emplazamiento. Benjamín Álvarez opina que Riomiera fue un poblado más antiguo que Santibáñez y que podría coincidir con la explotación comunal “La Corrada de Riomiera.” No existen datos documentales ni arqueológicos fehacientes que avalen esta hipótesis, y únicamente, cuando se mejora el trazado de la carretera local , más arriba de la Corrada, se encontró una necrópolis medieval que podría tener conexiones con esta primitiva edificación. No obstante, las hipótesis deben ser confirmadas siempre con datos válidos, y habrá que esperar a que así ocurra.  Posiblemente la iglesia funcionará como elemento articulador del espacio y en torno a ella surja el núcleo de población de Santibáñez. A su lado hay un árbol muy conectado con los pueblos prerromanos. En los primeros momentos de la cristianización se construyen templos al lado de antiguos lugares de culto , y aunque no hay datos ni arqueológicos ni documentales, podríamos aventurar la hipótesis de que esta iglesia se reconstruya sobre un posible lugar sagrado que data de tiempos muy antiguos.

Era iglesia parroquial y de asilo servida por un cura de primer ascenso y patronato laical. Las familias Quirós y Solís fueron donantes o protectores del templo como atestigua la labra de sus blasones.

ARQUITECTURA

Podemos enmarcarla dentro de las iglesias románicas de tipo popular, siendo de pequeñas dimensiones, materiales pobres, una sola nave, decoración por lo general escasa, etc., y todo ello se debe a su aislamiento geográfico, que nos les permite ponerse en contacto con las grandes corrientes e innovaciones.

Mª Soledad Suárez la enmarca dentro del Románico Arcaizante con trazas deudoras del siglo XII atestiguadas también en San Pelayo de Olloniego .

Este templo tal como llegó hasta nosotros, parece más fruto de una campaña constructiva, pues el ábside semicircular no se corresponde en altura con el tramo recto, que es más bajo.

            La cubierta del pórtico fue derribada  tras arruinarse en la década de los 70.

Fue restaurada por un equipo dirigido por Fernando Nanclares  en el año 1983 , encontrándose en la excavación de urgencia practicada, enterramientos y restos variados.

Se declaró a este templo monumento Histórico Artístico en 1971 y es Bien de Interés Cultural.

En la parte superior de la puerta principal había una inscripción que indicaba que era iglesia de asilo.

El aparejo es de mampostería excepto en lugares clave del edificio donde se requieren sillares escuadrados. Una buena parte se encuentra enlucida siguiendo las técnicas restauradoras y conservacionistas al uso.

El pórtico, que recorre la iglesia desde el lado oeste hasta el sur,  que estaba techado en origen está cerrado con un muro y varios huecos: una puerta al Este de gran dovelaje, un arcosolio cegado, un vano con escaños , otra puerta al sur en arco rebajado y otra adintelada con mensulillas. El pavimento es de losas pétreas que emplearon como enterramientos en muchos casos.

Posee una espadaña de dos ojos a la que se accede por escalera de patín de piedra yuxtapuesta al muro norte.

La nave alcanza considerable anchura, y es rectangular cubierta con madera a dos vertientes. y la cabecera gran profundidad por el desarrollo longitudinal del tramo recto. Sobre los pies se encuentra un coro de madera al que se accede por el norte.

Al interior se accede por el flanco meridional por puerta de arco o por el oeste; la fachada se ejecuta con aparejo de sillar bien tallado.

En el Oeste se abre un arco doblado de medio punto  sobre impostas molduradas lisas, y una decoración de bolas en el guardapolvo del arco .  Aparece enmarcada por un alfiz, que parte de unos doseletes de sección semioctogonal y cuya parte superior aparece decorada con puntas de diamante ejecutadas en material pétreo. La portada es del siglo XV . En la parte superior derecha aparece el blasón de los Solís, que se repite con la punta hacia arriba a ambos lados del arco de triunfo.

En la cantería del pórtico también se pueden apreciar las marcas de los canteros.

Un arco de triunfo de doble arquivolta y ligero apuntamiento separa el espacio destinado al pueblo del presbiterio.

La rosca de la arquivolta externa está toda recorrida por zig-zag y la interna es lisa. Se apoyan en dos columnas a cada lado, y sus capiteles presentan una decoración a base de motivos vegetales de palmas, muy sumarios, y bolas.

El capitel tiene forma de pirámide invertida y algo parecido a un cimacio decorado con motivos geométricos.

El presbiterio se cubre con bóveda de cañón a la que se adosó una sacristía  que fue ampliad en 1678 como se recoge en los Libros de Fábrica.

El ábside se cubre con bóveda de cuarto de esfera, y el arco de ingreso es único, mal trazado y ligeramente apuntado sobre pilares con resaltes claramente góticos; lleva capiteles que se decoran con motivos geométricos y figurativos como seres humanos y animales. Se ilumina con saeteras y un óculo.

En el intradós del arco aparecen los escudos de los Quirós y los Solís.

La bóveda de cuarto de esfera y el semicírculo absidial presentan  restos de policromía y no se pueden ver en la actualidad al estar tapados por cal y mal conservados. Algunos estudiosos dicen que son representaciones de testigos(apóstoles y santos) dispuestos en frisos adaptados a la forma de los muros.

Adosada al muro norte nos encontramos con una pequeña capilla de planta cuadrada del gótico tardío de San Blas que recibe una bóveda octapartita sobre ménsulas.

En el interior de la iglesia a uno y otro lado aparecen nichos destinados a albergar retablos o imágenes aisladas.

Al exterior, en el ábside, nos encontramos con 26 canecillos de variados asuntos máscaras, cabezas humanas, la cabeza de un felino y un borracho bajo cornisa con bolas, y se adosan al muro esbeltas columnillas que arrancan de una imposta y cuya basa se relaciona con la del arranque del alfiz de la portada. También encontramos contrafuertes para afianzarla. La sacristía muestra una puerta de gran dovelaje radial que está cegada.

A través de la documentación de los Libros de Fábrica hemos podido documentar varias reformas en el templo en el período limitado de tiempo que nos ofrecen dichos libros:

-En 1695 se gastan 1000 reales en hacer dos colaterales.

-En 1702 se hace la puerta del cabildo y un nicho para la imagen del Santo Cristo.

-En 1729, varios trabajos en  las sepulturas de la iglesia.

-En  1769 se hacen unas campanas.

-En 1773 se enlosa de nuevo el coro.

-En 1792 se hace un revoque a toda la iglesia en el exterior, se realiza toda la escalera del campanario y se renuevan dos techos.

-En 1793 se realiza la puerta del cabildo.

-En 1833 se hace una escalera para el campanario.

-En 1857 se enlosa la iglesia.

-En 1869 se hace una bóveda para la sacristía.

Nos faltan Libros de Fábrica antes de 1666 y después de 1887.

ESCULTURA

La iglesia posee tallas de diversas épocas enmarcadas muchas de ellas en retablos barrocos. Citamos el de San Blas y San Roque, que contiene una talla románica, tosca, con acusada frontalidad  y tosquedad. Hay en ella restos de policromía. que parece ser de San Juan Evangelista y una talla de traza más goticista de la Virgen también con restos de policromía . El retablo se documenta en 1696. Es barroco el retablo  que enmarca las imágenes anteriores de un solo cuerpo y tres calles. Se ha podido documentar en un Libro de Fábrica  el contrato de realización del retablo y su coste(1800 reales) .Fue dorado en 1701 y 1710. Se decora con columnas salomónicas recubiertas con elementos vegetales como zarcillos de vid, racimos, etc. En la calle central se abren dos arcos para albergar  las imágenes de los dos titulares. Las aras se encuadran en molduras con  rodillos rectilíneos que se quiebran, decorándose el tamborcillo con tarjeta que acumula hojas muy plásticas en torno a una venera central bajo la que aparecen dos roleos. Carlos María de Luis nos informa sobre dos imágenes muy importantes del templo.

San Blas era en el iglesia oriental el santo curandero por antonomasia y el gran amigo y protector de los animales. En la occidental es el encargado de curar las afecciones de la garganta.

San Roque es un santo iniciático por naturaleza, junto con San Cristóbal y San Martín. Se le presenta siempre con la mano sobre la rodilla izquierda, y ésta desnuda, que luego se recubre con llagas y sangre por artesanos desconocedores del significado oculto del símbolo; es originariamente una señal de reconocimiento iniciático, el símbolo de los constructores.

Hay una tercera imagen del Apóstol Santiago , a la que ya le falta parte de los brazos. Va vestido de peregrino, y lleva dos vieiras sobre la esclavina. Su largo hábito se abre al frente y deja asomar su rodilla izquierda.

 Tenemos el retablo que alberga al Santísimo Cristo del Amparo que data del siglo XVIII. Presenta una talla  no muy perfecta , que evidencia una impronta popular. Hay restos de policromía y que acentúa la teatralidad típica del barroco y el ánimo de conmover e impactar al espectador. El retablo presenta decoración en el intradós del arco y en los laterales(caras de ángeles, seres fantásticos, elementos vegetales, etc.

Al lado de la imagen del Cristo hay una de San Antonio con trazas en el retablo del siglo XVIII.

Sabemos que Diego de Lobo un escultor discípulo de Luis Fernández de la Vega trabajó en una imagen de la iglesia sin precisar de cuál se trata.

El retablo mayor es del XVIII con arquitectura de columnas , decoración vegetal , ángeles y santos y San Juan en el centro como patrono. Remata con un frontón partido y ángeles con una cruz que hace referencia a Oviedo, cuna del posible autor del mismo: José Bernardo de la Meana.

En el proceso de restauración se encontraron, además de enterramientos, restos cerámicos de filiación medieval, monedas de diversas épocas y una tabla grabada con la fecha de 1663 en el tejado , que puede hacer referencia a una reparación.

PINTURA Y OTRAS ARTES

Además de la pintura de los retablos y frentes de altar, en el semicírculo absidial, se conservan unas pinturas sobre la pared de piedra, en mal estado de conservación, que no aparecen mencionadas en ninguna publicación y que ni  muchos vecinos del lugar conocían.

Fueron descubiertas por Manuel Solís Fernández , vecino de la parroquia, cuando hace unos años se procedió a unos arreglos de urgencia en el templo. Estas pinturas aparecen limitadas al frente por el retablo principal, por lo que no son visibles. Con la ayuda de un César Castañón Fernández conseguimos sacar una fotografía con bastantes limitaciones y que nos ha ayudado a conocerlas mejor. Debido al estado de conservación no podemos precisar con exactitud la iconografía . Posiblemente sean los magos o un apostolado. Se ve el contorno de los rostros y el nimbo. Predominan los colores rojo, negro y gris  y han sido ejecutadas  con la técnica del fresco. Parece que las figuras se hallan insertas en un marco arquitectónico.

Se procedió a la restauración del templo en 1986 y ello contribuyó a su consolidación, aunque precisa en estos momentos algunas obras de conservación. En dicha restauración se hallaron enterramientos  a lo largo del  pórtico, fragmentos de cerámica, monedas,  y una tabla en el entramado de madera del tejado con una fecha: 1663 ,y decorada con motivos geométricos

También conserva un rico patrimonio de vestidos litúrgicos, cálices, cruces custodias,

 etc.

HISTORIA

 La iglesia está bastante bien documentada, al menos en época moderna( siglos XVI-XVIII) y además conservamos una biblioteca bastante bien dotada que se encuentra en el Seminario de Oviedo catalogada y conservada.

Hay menciones de esta parroquia en el Libro Becerro de la Catedral de Oviedo con fecha 1385:”Arcedianalgo de Gordón, Arciprestazgo de Aller.  Sant Juan de Ruidemera-es de presentar de los vecinos de la feligresía y todo su concejo. Patense los frutos en esta manera. Las dos partes lleva el clero y otra parte lo lleva la fábrica de la iglesia”.

Pascual Madoz también la cita en su Diccionario y Ciriaco Miguel Vigil en otro sobre Epigrafía y Diplomática.

 En el Archivo Diocesano también he encontrado documentación que hacía referencia a la presencia de las  tropas francesas durante la invasión napoleónica.

Hay datos como los de la enseñanza de los niños que corrían a cargo de la Fábrica de la iglesia, gastos de obras anexas a la iglesia, etc.

En la página web de Collanzo incluiré una referencia bibliográfica que contenga datos de esta parroquia y de Aller.

Junio 2004

Luis Ordóñez Fernández

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