PREGÓN DEL CRISTO AÑO 2018: DOÑA MARÍA TERESA MALLADA

PREGÓN FIESTAS CRISTO DEL AMPARO COLLANZO 15/09/2018

Presidente de la Comisión de Festejos de Collanzo, miembros de la Asociación de Vecinos de San Blas, vecinos de Collanzo, asistentes al acto… Muy buenas noches a todos.

Antes de nada, como soy allerana pero no soy de Collanzo, me gustaría presentarme porque entiendo que puede haber gente que no me conoce.

Me llamo María Teresa Mallada, soy de Cabañaquinta aunque desde hace 10 años vivo en Blimea.

Alguno de vosotros me conoceréis simplemente por ser allerana, otros os acordareis de mi porque fui concejal del Ayuntamiento de Aller desde el año 1999 hasta el 2007 y en esa época visité muy a menudo esta localidad para interesarme por las necesidades del pueblo y de sus vecinos; y quizás otros me conozcáis porque, hasta julio de este año y desde el año 2012, he sido la Presidenta de la empresa estatal HUNOSA y me podéis haber visto alguna vez en los medios de comunicación.En cualquier caso, hoy soy la pregonera de estas entrañables Fiestas del Cristo del Amparo de Collanzo porque así ha querido la Comisión de Festejos de Collanzo y es para mí un honor poder estar con vosotros esta noche en esta localidad a la que me unen muchas cosas.

Como os digo, hoy soy la pregonera de estas Fiestas y siempre soy allerana para lo bueno y para lo malo o si no que se lo pregunten a mi marido que me acompaña hoy aquí  y que lo nota a diario.

Es un orgullo ser la pregonera de unas Fiestas como estas con tanta tradición y que con tanto esfuerzo vosotros procuráis mantener a lo largo de los años con el objetivo de que sea un motivo de reunión de tantos vecinos de la zona que, por desgracia, no podéis estar juntos todos los días.

Es fundamental que, en municipios como el nuestro que cada año pierde a un gran número de habitantes, las Comisiones de Festejos, las Asociaciones de vecinos, culturales, deportivas,… en fin, de todo tipo, mantengáis el aliento y las ganas de seguir peleando por nuestros pueblos para que sigan teniendo actividad, supliendo en la mayoría de las veces, la atención que debería tener la Administración Local.

Es verdad que esto cuesta mucho pero, aquí en Collanzo, podéis estar orgullosos de lo que, con muchas dificultades, venís haciendo desde hace años.

No es usual que en localidades con el número de habitantes que tiene Collanzo los vecinos seáis capaces de organizaros para mantener vuestras Fiestas, para llevar a cabo giras de la juventud, cenas de los guajes de la escuela, paseos con finalidades tan relevantes como el que hicisteis por Marta contra el cáncer, torneos de futbol sala, boletines, peticiones a las Administraciones públicas… creedme, no es fácil encontrar un pueblo con tanta actividad.

Y es que es difícil mantener el ánimo y la pelea cuando no te ves tan correspondido como se necesitaría pero tenemos que ser conscientes de que, aunque ya no somos tantos como éramos hace unas décadas (en Blimea, donde vivo, pasa lo mismo que aquí), ahora tenemos muchos más medios, más formas de llegar a la gente, más recursos para comunicarnos entre nosotros y optimizar nuestro tiempo… y eso es lo que tenemos que aprovechar y vosotros sabéis haciendo.

Y esto me lleva a recordar algo que me une íntimamente a esta población allerana y es cómo con tan pocos medios como tenían en los años 60, mi abuelo, Constantino Mallada, según me contaba, siendo Jefe de Obras del Ayuntamiento de Aller, con operarios del Ayuntamiento y con diseños suyo, fueron capaces de hacer las vidrieras de algunas de las Iglesias del Concejo, entre otras, las vidrieras de la Iglesia de Collanzo, pegando cristales de colores siguiendo los bocetos que él mismo dibujaba, vidrieras en las que seguro que participaron, además, vecinos del pueblo.

Tenían pocos medios pero les unía esa necesidad de sacar adelante nuestros pueblos, una necesidad que también tenemos ahora pero que, quizás, por ser más independientes, porque ya no se hace esa vida en común en las calles, porque vivimos inmiscuidos en nosotros mismos,… quizás por eso, esa necesidad la posponemos, en algunos casos, al último lugar en nuestras vidas.

Es cierto que Collanzo ya no es esa población que reunía a un gran número de jóvenes y no tan jóvenes en la discoteca PLATÓ para ver actuaciones (a mí no dejaban entrar por la edad pero mis padres sí que asistieron a alguna de ellas), ni vienen riadas de gente para comer y merendar en los distintos restaurantes del pueblo a los que la piscifactoría de mi abuelo vendía importantes cantidades de truchas,…eso es cierto.

Y esa circunstancia hace que sea difícil que permanezca en nosotros esa gana de mantener la actividad en nuestros pueblos, esa necesidad de reunirnos varias veces al año, de realizar actividades juntos,…

y eso, si no existen personas concretas que lo organicen, acaba por no hacerse.

Por eso es tan importante que exista un grupo de gente que  tenga iniciativa y lleve a cabo actividades que fomenten la convivencia entre los vecinos; y por eso es tan importante que colaboréis en estas iniciativas todos los que podáis.

Y si nuestra situación personal, laboral o familiar no nos permite participar activamente, hagamos el esfuerzo de motivar a esos vecinos que tienen iniciativa sin ponerles trabas, animándolos a seguir y reconociendo su labor que también se necesita cuando se llevan adelante iniciativas casi sin ayuda.

Volquémonos en ésto aportando cada uno nuestro granito de arena y pensando que, por mucho que haya cambiado nuestro pueblo en las últimas décadas, la historia, la tradición, las vivencias y, sobre todo, las personas, siempre permanecerán en el alma de nuestros pueblos.

Enhorabuena por vuestro esfuerzo permanente para que Collanzo siga siendo una de las más importantes localidades alleranas, y a mí ya solo me queda dar las gracias a la Comisión de Festejos de Collanzo y a la Asociación de Vecinos de San Blas por haber pensado en mí para ser la pregonera de estas fiestas tan entrañables.

Gracias y felices fiestas.

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