LA MALATERIA DE VALDEVENERO

Autor: «ASOCIACIÓN DE CABALLEROS DEL CAMINO DE SANTIAGO ALLERANO-ANDRES BORETTA».

Está situado el caserío de Valdevenero a unos dos kilómetros antes de llegar a la población de Collanzo, antigua capital administrativa del Concejo de Aller, siendo la procedencia desde Oviedo, al lado de la carretera AS-112, Cabañaquinta-Puerto de San Isidro, y en la margen derecha del río Aller. Este lugar en tiempos antiguos era muy angosto de ahí la ubicación de la malatería o leprosería, aunque de clima sano con una gran ventilación, además de encontrarse en una de las Rutas Principales del Camino de Santiago y de San Salvador de Oviedo en su época, aunque aislada del Camino.

Pero antes de entrar en datos históricos, es interesante conocer un poco la toponimia:

VALDEVENERO.- Val (Valle) y Venero (Manantial de agua)= VALLE DEL ANANTIAL DE AGUA, sin duda, nombre muy bonito pero, a la vez, significativo, ya que los malatos-gafos-leprosos (que padecen lepra, enfermedad infecciosa crónica, caracterizada, principalmente, por síntomas cutáneos y nerviosos, sobretodo tubérculos, manchas, ulceras y anestesias.) necesitaban de esta clase de lugares para mantener la higiene, que era lo más importante dentro de la terrible enfermedad que padecían, y aquí se situaba la MALATERIA DE VALDEVENERO, de la que en la actualidad apenas se percibe que allí hubo leprosos, ya que está convertida en caserío, con su hórreo, pero donde todavía se pueden observar marcas de cantería y piedras labradas, además de estar localizada la capilla, los habitáculos de los leprosos y la de los monjes encargados de asistirles.

Antes de continuar con este tema tan interesante, se debe de tener en cuenta que no tenía nada que ver esta malatería con los hospitales tanto de San Isidro (1118) ni con el de La Cortina-Piñeres (1033), ya que éstos últimos reciben el nombre de hospitales en referencia a albergues de atención a peregrinos enfermos, heridos o cansados, pero no de atención a leprosos, aunque sí todos ellos son un complemento de la importancia de la Ruta Jacobea Allerana, que no está reconocida «oficialmente» aunque está entre las más y mejor documentadas.

 Sin embargo, la Malatería de Valdevenero no era la única en el concejo, había algunas otras, de las que no hemos localizado una documentación escrita, pero sí toponimia y tradición popular, tanto en la parte Alta como en la zona Central y en la Baja, así como restos de sus posibles ubicaciones, pero la de Valdevenero es de la única que disponemos de mayor documentación.

 Las edificaciones estaban situadas en un altozano a la orilla de la carretera y la  distribución de las mismas eran en lo cimero del prado, donde existe un castañedo y pasa el camino, hubo una edificación y pertenecía a los monjes, donde está la huerta se encontraba la Capilla y en lo que es la carretera ,desde la portilla, era el cementerio donde se destaparon enterramientos, quedando en donde hoy se encuentra el hórreo, la casa y cuadra destinado a los enfermos, que trabajaban sus tierras.

No se sabe la fecha de su fundación, pero ya en el s. XIII se cita en testamento de Pedro Díaz de Nava, efectuado con fecha 9 de junio de 1289,donde deja 100 maravedíes » a la Malatería d´aller» ,suponiendo que sea a Valdevenero y no a otra del concejo. Pero lo que sí es mucho más exacto es el testamento de Rodrigo Álvarez de las Asturias, que se hizo el 16 de agosto de 1331, donde deja 400 maravedís a «los lazrados de Valdeveneros que es en aller».

A pesar de que existen muchas noticias de donaciones a esta malatería, creemos muy interesante destacar la incluida en el testamento de Diego Fernández de Aller, esposo de Leonor de Quiñones, efectuado el día 4 de junio de 1375, «mando al convento de San Lázaro de Valdebenero la aldea mía de Solaniella que es en la Sobrerriba, que es en la Foz de León…, e mándole los mis molinos de Zudimiera….,e mandole mas el prado de San Pedro…con tal condición que pongan un clérigo que diga en la dicha casa del dicho convento de San Lázaro dos missas cada semana…».

Esta donación tiene su interés por varios motivos: Zudimiera y los molinos existen actualmente y están en la margen derecha de la carretera, subiendo, junto al río Braña o de San Isidro, cercano al lugar de Llanos-sería interesante recuperar la zona y señalizarla-, y el convento ocupaba el lugar donde excavaciones efectuadas en el invierno del año 2001 en la zona de La Capillona, sacaron a relucir una necrópolis con más de una treintena  de cadáveres y cimientos de construcción con argamasa, que fueron tapados y todavía no conocemos el resultado. En ese lugar hubo un monasterio, que también fue Iglesia, pasando, posteriormente, a la Corrada de Rumiera, reconstruyéndose una capilla de gran proporción bajo la advocación de San Pedro, hasta que desapareció trasladada al lugar que hoy ocupa en el pueblo de Llanos, teniendo al principio la construcción religiosa su relación con los habitantes del Castro «Les Mueles» haciéndoles bajar al llano, cristianizando el lugar con la edificación religiosa, ya que no dudamos de que, posiblemente, existiese una necrópolis pagana. ¡Pero no se continuó con la excavación y se tapó¡. Finalmente, la Iglesia es hoy la Parroquial de San Juan en Santibáñez de la Fuente, donde se pueden apreciar las distintas fases de construcción.

La malatería era anexa a la iglesia de Santibáñez, donde se encontraban los monjes de la Orden de San Juan de Jerusalén u Hospitalarios, encargados de la malatería tanto en la atención religiosa como médica, estando, en un principio bajo la advocación de San Bartolomé y más tarde de San Lázaro. La malatería deja ya de funcionar hacia el año 1752, y en 1771 se efectúa la centralización o incautación  de todas las malaterías por la Audiencia, y hacia 1781, o quizás con anterioridad , ya ocupó el lugar una familia para la explotación de la hacienda y así hasta la actualidad que, aunque ya no reside nadie en el lugar ,sí se trabajan las tierras.

Creemos que tanto La Capillona, como Llanos, La Fuente, Santibáñez y Collanzo, junto con la Malatería de Valdevenero, y el resto del Concejo de Aller, bien se merecen un lugar en EL CAMINO DE SANTIAGO ALLERANO, como queda reflejado.

«ASOCIACIÓN DE CABALLEROS DEL CAMINO DE SANTIAGO ALLERANO-ANDRES BORETTA».


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